Rosalía, Alejandro Sanz y Marc Anthony fueron este domingo en Los Ángeles (EE UU) algunos de los artistas latinos vencedores en la 62 edición de los Grammy.
Debido a la gran cantidad de categorías que reconocen cada año los Grammy, la Academia de la Grabación divide su ceremonia en dos partes: una gala previa, que no se televisa y donde se entregan por la mañana la mayoría de galardones; y la gran ceremonia, que tiene lugar en la tarde y que anuncia los premios más populares ya ante las cámaras. Las categorías que reconocen a la música latina se dieron a conocer en la gala previa.
Así, Rosalía se anotó el primer Grammy de su trayectoria al llevarse el gramófono dorado al mejor disco latino de rock, urbano o alternativo por su álbum El mal querer.
En un emocionado discurso en tres lenguas (español, catalán e inglés), Rosalía dijo que era «un honor» recibir este premio, pero que lo que le verdad le emocionaba era poder actuar en directo en los Grammy «con una actuación inspirada en el flamenco».
«Esto significa mucho para mí», aseguró la cantante, quien agradeció, asimismo, a quienes han «abrazado» su proyecto. «Mil gracias. Y felicidades a todos los otros nominados. Realmente os admiro. Es un honor haber estado en la misma categoría que vosotros», afirmó.
Rosalía dedicó su gramófono dorado a su equipo y familia, «por tomar riesgos todo el rato», y lanzó «bendiciones» para la música latina y los ritmos de todo el planeta.
La artista española se impuso a los también nominados X 100PRE de Bad Bunny, Oasis de J Balvin y Bad Bunny, Indestructible de Flor De Toloache, y Almadura de iLe.
Con una proyección internacional cada vez mayor, Rosalía había sido coronada previamente en los Latin Grammy, unos premios que también se celebran en Estados Unidos pero que dependen de otra institución: la Academia Latina de la Grabación.
En esos reconocimientos, Rosalía ganó en 2018 dos premios (mejor canción alternativa y mejor fusión/interpretación urbana, ambas por Malamente); y el año pasado fue la gran triunfadora con tres distinciones (álbum del año y mejor álbum vocal pop contemporáneo, los dos por El mal querer, y mejor canción urbana por Con altura).
Su compatriota Alejandro Sanz también obtuvo un Grammy, en este caso al mejor disco de pop latino por #ELDISCO, pero no se encontraba en Los Ángeles para recibirlo en persona.
Tras conseguir el premio, el cantante escribió en Twitter: «Demasiado que decir y todo por demostrar. GRACIAS. Estoy lleno de orgullo por #ELDISCO, por todos y cada uno de vosotros que cada día me empujáis a seguir y a luchar por lo que amo».
Por su parte, Marc Anthony con Opus y Aymée Nuviola con A Journey Through Cuban Music empataron en la categoría de mejor disco de tropical, por lo que ambos fueron proclamados vencedores.
Anthony no asistió a la ceremonia, pero Nuviola sí subió al escenario. «Gracias, Jesús, gracias, Señor. Esto es increíble para mí. Estoy aquí representando a mi gente cubana, a nuestra música», afirmó.
Por otro lado, Mariachi Los Camperos venció en la categoría de mejor disco de regional mexicano (incluyendo tejano), y Chick Corea & The Spanish Heart Band obtuvo el Grammy al mejor disco de jazz latino.
También hubo alegrías para los latinos en apartados no exclusivamente de ritmos iberoamericanos de los Grammy.
De esta forma, los mexicanos Rodrigo y Gabriela ganaron el Grammy al mejor disco instrumental contemporáneo por Mettavolution.
Y el maestro venezolano Gustavo Dudamel se llevó junto a la Filarmónica de Los Ángeles el premio a la mejor actuación de una orquesta por Norman: Sustain.