El hijo menor del cantante Bob Marley, Damian, ha anunciado que, en colaboración con la empresa Ocean Grown Extracts, va a convertir una antigua prisión abandonada del Estado de California unos 7.200 metros cuadrados en una plantación de cannabis donde se cultivará marihuana con fines medicinales para el programa público de dispensación, según informaba Billboard.
Para el también músico (ha ganado tres premios Grammy) es toda una paradoja situar allí su empresa, dado que esa prisión sirvió para albergar delincuentes comunes, la mayoría con condenas por tráfico de drogas.
El centro ha costado 4,1 millones de dólares y ha ayudado a paliar la deuda del municipio en que se encuentra, además de abrir la puerta a la creación de unos 100 puestos de trabajo.
Para el jamaicano el cannabis es algo «que le acompaña a diario, con los amigos, la familia y la cultura rastafari». Marley ya cuenta con dos plantaciones de menor tamaño en Denver y Colorado.
Será la proposición 64, sobre el «uso adulto de marihuana» la que permitiría poner en marcha el negocio, cuando se vote el próximo noviembre. Esa ley permitiría poseer, comprar, transportar y consumir hasta una onza de marihuana (unos 30 gramos) y hasta ocho gramos de marihuana concentrada. Además, facultaría a los condados para ostentar el control sobre su producción y venta.