Bruce Springsteen organizó un concierto acústico secreto en la Casa Blanca el pasado 12 de enero para recompensar al personal del presidente Barack Obama por su arduo trabajo durante los últimos ocho años, según reveló Backstreets el miércoles.

El cantante tocó 15 canciones frente a aproximadamente 250 empleados en el Salón Este de la Casa Blanca, donde dos meses antes el músico fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad.

La lista de temas se inclinó hacia los trabajos más políticos del cantante, y Springsteen aprovechó para hablar sobre política y sobre el impacto de Obama entre canción y canción.

Antes de Born in the U.S.A., Springsteen definió este hit de 1984 como «canción protesta» y lamentó que fuera mal interpretada en el pasado y que probablemente continurará siendo mal interpretada en el futuro. También interpretó un tríptico de canciones «hogareñas», My Hometown (Mi ciudad natal), My Father’s House (La casa de mi padre) y Long Walk Home (Larga caminata a casa).

El concierto concluyó con el doblete de Dancing in the Dark y el optimista Land of Hope and Dreams. Después del concierto, Obama le dio las gracias a Springsteen.

Springsteen también estuvo en la Casa Blanca una semana antes, cuando los Obama celebraron una última fiesta junto a estrellas como Paul McCartney, Jerry Seinfeld, Beyonce y Jay Z.

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