David Guetta cumple este martes 50 años, habiéndose erigido en el músico que más ha contribuido a popularizar la música electrónica. «Es increíble ver en lo que la cultura DJ se ha convertido. Cuando comencé, no era nada», evoca el artista, que cobra unos 250.000 euros por sesión, ha vendido más 10 millones de discos y cuenta con al menos 53 millones de seguidores en las redes sociales.
Nacido en París el 7 de noviembre de 1967 de un padre marroquí de origen judío y una madre belga, el principal embajador de la música electrónica en el planeta, autor de This One’s For You, Love Is Gone y When love takes over, fue antes de todo un pionero en la introducción de la música electrónica en su país.
Guetta, que ha alternado su faceta de DJ con la de productor musical, dio sus primeros pasos a los 17 años, en Le Broad, un local referencia de la movida parisina de los años 80 destinado principalmente a un público homosexual.
Desde esta sala en el corazón de París, empezó pinchando canciones del universo del pop y rock hasta que en 1987 escuchó en la radio francesa a Farley «Jackmaster» Funk, considerado por muchos un padre del house -una vertiente ‘light’ de la música disco nacida en los años 80 en Estados Unidos-.
A partir de entonces, el joven de pelo largo y rubio y sonrisa perenne -confeso admirador del Thriller de Michael Jackson- se decidió a mezclar la cadenciosa música negra estadounidense con sonidos y ritmos electrónicos a través de un sintetizador.
Junto a Laurent Garnier, otro DJ francés, y los famosos Daft Punk, Guetta está considerado el principal impulsor del house en Francia. Pero también fue pionero en su país en introducir una nueva concepción del pinchadiscos gracias a sus viajes a Londres.
«Allí (Londres) el DJ estaba en un podio y todo el mundo le miraba. En París, la gente no me hacía ningún caso. Bailaban, coqueteaban, hablaban», evocó Guetta en una entrevista a Le Parisien.
El éxito en Le Broad le motivó a explotar con su socio Kien clubes de París como el Rex, uno de los de más solera en la ciudad. Después gestionaron el Folies Pigalle, un lugar de prostitución de alto lujo convertido en una codiciada pista de danza.
La popularidad de Guetta estaba en alza en su país natal y la conquista del mercado internacional era cuestión de tiempo.
En 1994, cuando se casó con su primera mujer, Cathy Guetta, dio otro empujón más a su carrera, al asumir la dirección artística de la mítica sala de conciertos parisina Bataclán, la misma que hace dos años fue escenario de un terrible atentado yihadista que dejó 89 muertos.
A mediados de los 90, inició sus sesiones en Berlín, entonces una de las capitales de la música electrónica en Europa, y en Ibiza, otra parada indispensable para los amantes del techno.
Paralelamente, y en colaboración con su mujer, Guetta promovió veladas en varios locales parisinos en los que desfilaron la «crème de la crème» del momento con presencias asiduas de estrellas de cine, modelos, futbolistas o modistos.
A partir de los 2000 y gracias al éxito del recopilatorio Fuck Me I’m Famous, el DJ explotó internacionalmente y comenzó a actuar en Miami, Sao Paulo, Amsterdam, Shangai y Beirut, entre otras ciudades.
El pinchadiscos francés, para quien la clave de su popularidad está en «mezclar la fuerza del sonido electrónico con la emoción de la melodía pop cantada», sacó su primer álbum en 2002, Just a Little More Love, al que siguieron otros cinco, el último Listen, en 2014.
El séptimo disco está a punto de acabarlo y lo presentará en su esperado tour de 2018, que abrirá con un concierto el 19 de enero en el Arena de París.
Guetta, que ha colaborado con nombres como Madonna, Rihanna y Michael Jackson, tiene varios hitos en su carrera, uno de los más sonados fue su concierto en plena torre Eiffel en junio de 2016 para la apertura de la Eurocopa ante decenas de miles de asistentes.
La notoriedad de Guetta es tal que ha llegado a acudir a recepciones en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia de Francia. En febrero de 2014, asistió a una velada organizada por la histórica visita del mandatario cubano Raúl Castro.
Aquella cena hizo además las delicias de la prensa rosa. En ella, oficializó su nueva relación con la joven modelo Jessica Ledon, con la que se comprometió después de haberse separado de Cathy Guetta, la madre de su hijo Tim Elvis, nacido en 2004, y su hija Alizée (2007).
Con más de 30 años de carrera musical en escenarios de medio mundo, el DJ más popular del planeta ha asegurado no haber caído a las tentaciones de la noche. «Soy como un monje ‘Jedi’. No tomo alcohol, ni fumo, ni me drogo. Hago deporte y sigo un régimen. El único problema es el sueño. Estoy siempre de un lado para otro», reconoció Guetta.